Tapetes nuevos
Esta semana recibimos los tapetes nuevos, para las mesas… qué elegancia, qué textura y suavidad; así sí se puede jugar, y no lo que hemos estado haciendo hasta ahora.
Bueno, el asunto es que se lanzó la convocatoria y poco a poco se fueron apuntando gente. Lo que parecía que se iba a quedar en un quinteto, llegó a ser un octeto: Victor, Pablo, Manu, Juan Carlos, Mikel, Juan Elias, Jose Ll y Raul L.
La asistencia se hizo escalonada, por lo que en el momento que hicimos presencia seis de nosotros, empezamos a jugar a La última cápsula, un juego narrativo, casi de rol, de la editorial Tranjis, que nos plantea una situación singular, y no se trata de resolverla, no; se trata de determinar quien sobrevive. Ahí lo dejo.
Después, nos obligamos a separarnos en dos mesas de cuatro.
En una de ellas se jugó Dune Imperium. A destacar que quien ganó, no ganó ningún punto de victoria por conflictos. Es cierto que ganó un conflicto, concretamente uno que le daba dos influencias en una casa a elección, por lo que consiguió un punto de victoria de forma indirecta; y compró mucha ‘la especia debe fluir’, con la esperanza, vana, de obtener alguna carta de intriga de esas de ‘si tienes dos especias, ganas un punto’, que no llegó a tener. El asunto es que en la última ronda, apenas jugó porque ya tenía los deberes hechos.
En la otra mesa se jugó un Brass Birmighan (es posible que la ciudad no se escriba así). Personalmente opino que solo hay un Brass y lo demás son modificaciones, algo así como los mapas del Alta Tensión. Me resisto a considerarlo ‘otro juego’. No descarto que con el tiempo, cambie de opinión.