El viernes nos dimos cita en el subsuelo, en el sótano de la casa de Juan Carlos; acudimos Mikel y Raúl, a ver qué encontrábamos…

Planteamos la opción de dos jjuegos cortitos y uno un poco más intenso, y ganó esta segunda opción, con la idea (remota) de si no se alargaba mucho, cabría la posibilidad de hacer una segunda partida a otro juego más asequible, siempre y cuando se cumpliera la condición de que supiéramos ya jugar al juego propuesto. Esta condición acorta mucho el tiempo que se le dedica a cualquier sesión.

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Tenía por ahí Juan Carlos una expansión que aporta personajes iniciales con cartas personalizadas y habilidades concretas para cada uno, y las aprovechamos. Yo personalmente me centré en hacer lo que mi personaje tenía potenciado, que es el asunto de conseguir ‘artefactos’; además logré mantener una buena posición en los ‘tracks’ (qué poco me gusta esta palabra), voy a decir en el ‘casillero’, de investigación, que tampoco sé si el juego los llama así, me refiero a la lupa y al libro.

Y todo eso me permitión luchar, sin lograr por solo 3 puntos, la victoria. Aun así, hice una buena partida, y me mantuve jugando todo el tiempo. En otras partidas, a mitad del juego ya me veía descolgado, y al final no llegaba ni a 50 puntos. En esta ocasión acabé con 76.